OCTUBRE 2019
Partimos de Alcorcón a las 8:30 de la mañana y nos dirigimos hacia Alcalá de Henares para hacer una parada a desayunar en los salones Edén
Terminado éste, nos encaminamos a la ciudad de Sigúenza, situada en el alto Henares, denominada “la que domina el valle” de los ríos Dulce y Salado, quizás por ello la poblaron celtíberos, romanos, visigodos y árabes, alcanzando en la edad media su mayor esplendor
El patrimonio monumental de Sigüenza destaca por ser uno de los más ricos y atractivos de Castilla-La Mancha. Su Catedral, dedicada a Santa María la Mayor, Patrona de la ciudad, empezó a construirse en el año 1.124. De aspecto fortificado, con sus dos torres almenadas en la fachada principal, es una mezcla de estilos, desde el románico hasta el gótico, guardando en su interior, además de la denominada Sacristía de las Cabezas, obra plateresca de Covarrubias, la Capilla de los Arce, donde se encuentra el sepulcro de alabastro del Doncel, del siglo XV, Ortega y Gasset se refirió a ella como “una de las esculturas más bellas del mundo…”
Frente a la fachada sur de la Catedral se abre la Plaza Mayor, con su incomparable arquitectura, que aparenta plaza de armas. Está porticada en sus lados Este y Sur. En éste, se sitúa el Palacio del Ayuntamiento y el inicio de la Calle Mayor, que sube al Castillo.
Tomando la calle Mayor en dirección al Castillo, encontramos la Iglesia de Santiago, románica, del siglo XII, y continuando por la travesía alta está la Iglesia de san Vicente, románica, del siglo XII, y en una recoleta plaza próxima está la Casa de D. Martín el celebre doncel de Sigüenza, construcción gótica cuajada de escudos y rematada por dos almenas, donde vivió la familia del Doncel. Muy cerca destaca la Iglesia de Nª Sª de los Huertos, del siglo XVI, de estilo gótico-renacentista, con su magnífica portada plateresca, y el Palacio Episcopal, del siglo XVII, sede de la extinta Universidad de Sigüenza, creada en el siglo XV por el Cardenal Mendoza, y en la actualidad emplazamiento del Obispado.
Llegamos así al Castillo, hoy Parador Nacional, que comenzó a construirse en el año 1.123 como residencia de los obispos y señores seguntinos, conservando aún hoy toda la gallardía de antaño, con sus torreones, patios y puentes levadizos.
En el patio de armas, destaca el brocal del pozo, profundo y tallado de 25 m. de profundidad hasta el agua. A 2 m. bajo el suelo del patio de armas existe una bóveda a la que se accede por una entrada hoy tapada, que se cree que escondía las mazmorras del castillo.
Terminada la visita, nos dirigimos nuevamente a Alcalá de Henares, para comer en los salones Edén y después del café, animarnos a bailar hasta la hora de la merienda, para a continuación tomar el autobús de regreso a Alcorcón.